domingo, 9 de marzo de 2008

Se presenta Mario

Me presento: me llamo Mario Buenrolletti, naci en 1982 (el año que Felipe González ganó las elecciones con 202 diputados) en la ciudad de Rosario (República Argentina) pero soy más español que otra cosa. Me he criado en el sur de España, la tierra de las 3 culturas (árabes, judíos y tartessos), porque mis padres se tuvieron que venir huyendo de la dictadura militar en Argentina. Se da la circunstancia de que mis abuelos paternos son españoles, emigraron a la Argentina durante los años cincuenta porque aquí en España estaba Franco, que era un facha y tenía a todo el pais acogotado con la pobreza y la desmemoria histórica.

Ahora los fachas se meten mucho con la inmigración, y olvidan que no hace tanto los españoles fuimos emigrantes en Europa y en Sudamérica. Mi familia por partida doble ya que después de ser tildados de "gashegos" ahora volvemos a nuestra patria blanca y verde y nos llaman "sudacas". ¡Qué cerca me encuentro de nuestros hermanos marroquies que a diario se juegan la vida para venir a mestizar este pais!

Mi familia siempre han sido de izquierdas, y eso se ha tenido que notar. Desde muy chiquitito me inculcaron una estricta educación en la sensibilidad, la etica y el espíritu progresista. Nunca me faltó un poster del Che junto a la cuna o un disco de Ana Belén en la mesilla. Hay gente mala e insidiosa que critican a mis padres por tener bastante dinero (ganado honradamente: son gente trabajadora), disfrutar de un piso en la ciudad, otro en la playa y un chalet en el Aljarafe. También nos critican por tener tres coches: el BMW de mi padre, el todoterreno de mi madre y mi Volkswagen escarabajo. Lo que la gente no se da cuenta es que si España ha podido mejorar su nivel de vida en estos últimos 25 años ha sido gracias a la continuada labor de los gobiernos del PSOE, (solo maculados por el cuatrienio negro o de Aznar). En la época de Franco, cuando gobernaba la derecha, estas cosas no podían pasar porque había desigualdades y explotación entre la ciudadanía y los ricos y poderosos.

Lo anterior tenemos el mejor ejemplo en el sistema de educación español. Antes por ejemplo un(a) niño(a) pobre no podia estudiar, y ahí está el precioso poema de Miguel Hernandez “El niño yuntero” para atestiguar de las desigualdades y las injusticias sociales. Todo esto se vino a terminar con la llegada al poder de un gobierno de progreso de izquierdas, que en 1990 implantó la LOGSE, ley que salvó a la educación española y garantizó que toda la infancia española pudiéramos estudiar.

Conocí a Iso Topuno cuando hace dos años fui a Sealand, fuimos un grupo de colegas y yo con nuestras mochilas para encerrarnos alli y protestar contra la Globalización y el agujero de la Capa de Ozono. Lo malo fue que aquello ya no era un estado independiente, sino una herrumbrosa plataforma petrolífera abandonada en la que vive un retén de las fuerzas especiales británicas. Igual que Isla Perejil, siempre igual, todo lo solucionan Aznar y Blair mandando tropas, como cuando invadieron las Islas Azores. Volviendo a Sealand, allí trabé amistad con Iso Topuno, y de esa época viene la idea de hacer juntos algo por el futuro de la Humanidad.

Yo me enteré que existía Sealand porque lo había leído en la estupenda novela de Fernández Mallo "Nocilla Dream" , mi biblia literaria. Lo malo es que mi madre (que es agente inmobiliaria; mi padre es concejal de un pueblo del Aljarafe: se llevan muy bien) también se leyó el libro y quedó con la idea de que con ese Principado se podría hacer algo y llamó a unos colegas suyos de una inmobiliaria o no sé qué y el año pasado sacaron a la venta el país entero como si fuese una finca.

Sobre mis gustos y aficiones ya contaré más cosas, que ahora tengo que ir a ejercer mi derecho al voto. Quisiera emprender con Topuno el proyecto de un blog conjunto sobre materia política, ya que lo veo muy desorientado y es necesario sacarlo del lado oscuro y atraerlo a la progresía.

Salud y República.

1 comentario:

Iso Topuno dijo...

Qué buenos recuerdos cuando conocí al amigo Buenrolletti. Recuerdo que llegó allí con otros 'colegas' suyos a protestar a nuestra plataforma. Siempre he odiado a los melenudos, y de hecho el primer día estuve por agujerearles el barco, y que la cosa acabara como en aquellas imágenes tan bonitas del Raimbou Guárrior hundiéndose (probablemente lo único bueno que hayan hecho los franceses).

Sin embargo pronto advertí lo bien que se lo estaban pasando en la protesta. Lo de menos eran sus razones, que muchos no tenían muy claras. Que si Sealand era una plataforma petrolífera, que si militar, que si era un barco de una multinacional... ¡un amigo nuestro incluso convencó a un fumao de que Sealand era un objeto extraterrestre!

Dado que en la plataforma a veces la vida era un poco monótona, un poco de acción, aunque fuera ecolocomunista, era de agradecer, así que por el día nos tirábamos piedras (a no dar, claro), y por la noche nos juntábamos. Qué días.