Con dos orejas, o más.

Tras unos días algo ocupado, por fin puedo ponerme un rato a redactar una entrada que tenía muchas ganas de escribir. Trata sobre una persona única. Un hombre poco más joven que yo que muchos ya daban por imposible: resucitar el interés por el arte del toreo.

Estos últimos años numerosos grupejos "antitaurinos" y partidos políticos independentistas y rojos han intentado acabar con el buen nombre que al noble arte del que hablo hoy le corresponde. Dos rivales. El hombre. El toro. La arena y el Respetable de testigos. Un duelo singular. Cara a cara. De igual a igual.

Leyendas del toreo no ha habido pocas. En el recuerdo siempre estarán Joselito y Belmonte, que crearon las primeras "Dos Españas" del siglo XX, antes de que otros se inventaran una segunda Ex-paña, que ahora pretenden resucitar. Y Manolete, e Ignacio Sánchez Mejías, inmortalizado en uno de los pocos poemas del Dios de Serrat y Ana Belén que merece la pena leer y releer. Pero no hace falta que mueran en la plaza o se suiciden para que creen leyenda. Ahí queda Curro Romero, Faraón de Camas y leyenda viva de La Fiesta Nacional.

Pero en este post no toca hablar del pasado. Porque el toreo es presente, y lo es gracias a un hombre: José Tomás.

Yo no he podido ir, pero a quienes han podido ver al TORERO con mayúsculas en Madrid estas dos últimas semanas. Ha habido de todo. Desde líos con las entradas (se pusieron a la venta en taquilla muchas menos de las que legalmente se deben poner), reventas, claro, y famosos, y de todos los "talantes": José Bono, Sánchez Dragó, la Infanta Elena, o Joaquín Sabina (querría yo saber qué opina mi amigo Buenrolletti de eso).

José Tomás no es un torero al uso. ¿Cuál si no es capaz de retirarse con 27 años convertido ya en mito y regresar con 33 resucitando la leyenda? Sólo uno ¿cuál es capaz de acercarse al toro más que su madre cuando le daba de mamar? Sólo uno ¿cuál es capaz de recibir cuatro cornadas la misma tarde y terminar su última faena para abrir la puerta grande (abrirla, que salir por ella ya no pudo)? Sólo uno ¿cuál es capaz de volver al ruedo en el coso de la "antitaurina" Barcelona, y llenar la plaza? SÓLO UNO.

Pero como dije al principio, ha conseguido algo aún más importante. Ha salido en las noticias de todos los canales. No recuerdo que jamás el toreo haya salido en la tele de esta manera: como algo bueno; vamos, lo que es. TVE, Antena 3, ¡Cuatro! ¡y hasta Telecinco! y no sólo eso, también en las radios y los periódicos. Fue en uno de éstos, no recuerdo cuál (he leído todas las crónicas) que alguien llegó a pagar tres mil euros en la reventa. Merece la pena, por supuesto, pero tal y como están las cosas en estos días de recesión y de mileuristas no sé quién puede pagar todo eso. Bueno, sí lo sé, ahora que pienso: el Sabina, con el dinero que le untan con el dinero de mis CDs de fotos o de mi móvil con mp3 y su tono de "Francisco Alegre y olé"

Y sólo he nombrado prensa española. Con la sudamericana me podría eternizar. Pero el diestro de Galapagar no sólo ha cruzado el charco, también le ha puesto un capote a la estatua de la libertad. Ved si no este extenso artículo de nada menos que el New York Times le dedica tras su primer triunfo en Las Ventas después de su regreso. Yo no lo he podido leer (porque no sé inglés), pero un amigo me lo resumió brevemente, y casi se me saltan las lágrimas de emoción.

Como dicen los americanos: El toreo ha muerto ¡¡Larga vida al toreo!!

PD: Incluyo una modesta petición: a los rquitectos, por favor, haced las plazas de toros cuadradas. Encajarían mejor en un Planeta Cúbico como el que queremos. Muchas gracias.